Por: Envol-Vert 

Como lo habíamos visto en el artículo La Amazonia: el manjar de los intereses ocultos y si aún no lo has leído te invitamos a que lo hagas, partiendo de este tema, visibilizamos como el consumo de carne y productos lácteos contribuyen a la deforestación, la contaminación y al calentamiento global. Una dieta basada en plantas como por ejemplo la vegana y la vegetariana colaboran con la reducción de gases de efecto invernadero, ayudando a tener una dieta equilibrada y beneficiosa para la salud si se realiza de forma adecuada.

Veamos algunos estudios que hablan sobre el consumo de productos animales y sus derivados:

  •         El consumo de carne según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su comunicado de prensa del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (2015), evalúa el consumo de la carne roja (carne muscular de mamíferos) y de la carne procesada (salazón, el curado, la fermentación, entre otros procesos) de la siguiente manera:

-El consumo de carne roja se clasificó como probable carcinógeno para los humanos (Grupo2A).

-La carne procesada se clasificó como carcinógena para los humanos (Grupo1) causante de cáncer colorrectal.

Los expertos concluyeron que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%.

  •         La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en su Modelo de Evaluación Ambiental de la Ganadería Mundial (GLEAM), hace una evaluación de las emisiones de gases de efecto invernadero y su potencial de mitigación.

En el punto de Emisiones de las cadenas de producción ganaderas dice: “El sector ganadero contribuye significativamente al total de emisiones humanas de GEI. Se estima que las cadenas de producción ganadera emitieron globalmente un total de 8,1 gigatoneladas de CO2-eq en 2010 (usando los últimos índices de potencial de calentamiento del IPCC: 298 para N2O y 34 para CH4). El metano (CH4) representa un 50% del total. El óxido nitroso (N2O) y el dióxido de carbono (CO2) muestran porcentajes similares, siendo éstos un 24% y un 26%, respectivamente.”

“Emisiones por especie El ganado vacuno es el mayor emisor de GEI con alrededor de 5,0 gigatoneladas de CO2-eq, que representan el 62% de todas las emisiones. El ganado vacuno de carne y el ganado vacuno de leche emiten cantidades similares de GEI. Los cerdos, las aves de corral, los búfalos y los pequeños rumiantes tienen niveles de emisión menores, que representan entre el 7% y el 11% de las emisiones totales.”

Un cambio de dieta como posible solución:

Cambiando nuestras culturas gastronómicas y evitando la sobrealimentación podemos contribuir a nuestro planeta como a nosotros mismos evitando así enfermedades como: problemas cardiacos, diabetes, cáncer y obesidad; salvando vidas animales y especies, liberándolos del maltrato, sumado a la preservación de nuestro precioso pero desvalorado líquido llamado agua.

Según una investigación de la Universidad de Oxford: “un cambio global a dietas que dependan menos de la carne y más de las frutas y verduras podría salvar hasta 8 millones de vidas para 2050, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en dos tercios y generar ahorros relacionados con la atención médica. También podría evitar daños relacionados con el clima de 1,5 billones de dólares (EE. UU.)”

Comparación entre dietas:

Dice que: “Se podrían obtener beneficios aún mayores de las dietas vegetarianas (evitando 7,3 millones de muertes) y las dietas veganas (evitando 8,1 millones de muertes). Aproximadamente la mitad de las muertes evitadas se debieron a la reducción del consumo de carnes rojas, y la otra mitad se debió a una combinación de una mayor ingesta de frutas y verduras y una reducción de calorías, lo que llevó a que menos personas tuvieran sobrepeso u obesidad.”

La adopción de pautas dietéticas globales reduciría las emisiones relacionadas con los alimentos en un 29%, las dietas vegetarianas en un 63% y las dietas veganas en un 70%, dice el estudio.

Los investigadores también modelaron los beneficios económicos del cambio en la dieta y descubrieron que podían ahorrar entre $ 700 y $ 1,000 mil millones (EE. UU.) Por año en atención médica, atención informal no remunerada y días laborales perdidos. El valor económico que la sociedad otorga a la reducción del riesgo de muerte podría llegar incluso al 9-13% del PIB mundial, o entre 20 y 30 billones de dólares (EE.UU.). Además, los investigadores encontraron que el beneficio económico de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de los cambios en la dieta podría ascender a 570 mil millones de dólares (EE. UU.).”

Debemos tener acciones contundentes con nuestra tierra y todo lo que aquí habita e incluso con nosotros mismos. Esperamos que este artículo sea de tu ayuda para cambiar algunos hábitos que quizás hoy están dañando tu cuerpo y entorno sin darte cuenta, alimentarnos conscientemente es el punto de partida.