Por: Julio Andrés Rozo; director de Amazonía Emprende: Escuela Bosque
La restauración de ecosistemas es un trabajo que va más allá de sembrar árboles. Otros modelos de restauración incluyen procesos que pueden marcar una importante diferencia en el proceso.
La restauración de los ecosistemas en Colombia se puso de moda gracias a la Ley 2173 de 2021 y por ello es tan pertinente hablar sobre este tema.
En la parte 1 de esta columna mencioné los cinco primeros aspectos que caracterizan una restauración inteligente de ecosistemas: a) la importancia de los liderazgos comunitarios para garantizar una gobernanza alrededor de las actividades de restauración; b) la necesidad de generar ingresos económicos para que las comunidades encuentren incentivos para la restauración; c) elevar a la mayor importancia la seguridad y soberanía alimentaria de las comunidades; d) garantizar la salud del suelo; e) tener paciencia porque una actividad de restauración es una acción que fluye al ritmo de la naturaleza
En esta ocasión abordaremos cuatro aspectos adicionales que he aprendido en los últimos 4 años viviendo en la Amazonía:
1. Censar los árboles semilleros
Una gran riqueza a nivel rural (veredal) yace en la capacidad que tengan sus bosques de prolongar su legado. Ello es posible sí y sólo sí, los árboles que producen semillas son cuidados y valorados (no todos los árboles son semilleros). Por ejemplo, en nuestra Escuela Bosque tenemos 1 árbol de tamarindo nativo que en la floración del año pasado generó aproximadamente 8.200 semillas. De ellas, aproximadamente el 40% llegarán a ser árboles.
Recomendación: Identifique los árboles semilleros de la mano de las comunidades locales y genere modelos de negocio para el establecimiento de viveros comunitarios. Ellos serán los proveedores de los árboles que establece la Ley 2173.
2. El poder de los polinizadores y los dispersores
En la restauración no existen jerarquías. Todos los elementos que hacen parte de un ecosistema son importantes para que éste funcione. No obstante, árbol ha sido puesto en un nivel superlativo, en comparación a otros elementos igualmente importantes como la biodiversidad, y en particular, el de los polinizadores (abejas, murciélagos, otros) y los dispersores de semillas (mamíferos como la boruga, aves, otros). Ellos son fundamentales para asegurar la repoblación natural de las especies florales y arbóreas en el tiempo. Los polinizadores y los dispersores, son en últimas, los elementos del ecosistema que asegura que la siembra de hoy sea sostenible en el largo plazo.
Recomendación: En la inversión en el paquete de restauración que proyecte, cerciorarse que ésta contenga un plan de protección de polinizadores y dispersores. Para ello, es importante como primer paso identificarlos, conocer sus características y diseñar un plan de protección de la biodiversidad.
3. Verifique y monitoree
Como dice el dicho, lo fácil es escribir el libro y lo verdaderamente retador es lograr que alguien lo lea. Igualmente sucede con las especies del ecosistema cuando éste es sujeto de un proceso de restauración: lo fácil es sembrar árboles, lo retador es lograr que ellos crezcan, broten semillas y atraigan la biodiversidad. Para lograr esta meta de mediano-largo plazo, es necesario establecer esquemas de monitoreo y verificación que permitan evaluar cómo evoluciona la restauración y qué correctores deben aplicarse, en caso de ser necesario.
Recomendación: Identifique el modelo de monitoreo y verificación que se ajuste al diseño del plan de restauración que usted plantea. Sugerimos, por ejemplo, un monitoreo de tipo comunitario, en donde las personas locales observan, analizan y reportan los avances o barreras de la restauración; puede ser un sistema técnico de toma y medición de datos (fotográficos, satelital, socio-económicos de tipo cualitativo) que sistematice y presente los resultados parciales, intermedios y/o finales.
4. Comunique e inspire
De hecho, esta es una de las principales lecciones aprendidas al frente de la Escuela Bosque-Amazonía Emprende. El poder de la comunicación permite inspirar y vincular a la causa y actividad a personas que vibren con el mismo propósito. En otras palabras, es una herramienta crucial para proyectar la réplica de cualquier ejercicio de restauración. ¡Necesitamos más comunidades en sus veredas restaurando y más empresas compensando su huella de carbono!
Recomendación: Diseñe un plan de comunicación que trascienda los aspectos biofísicos de la restauración (crecimiento de los árboles, por ejemplo). Documente las historias de las personas que participan de manera directa en el ejercicio. Difunda el material, por supuesto, con un sustento técnico óptimo, a personas o comunidades que tengan interés de involucrarse con la restauración de ecosistemas.