Por: Julián Camilo Vianchá
Felipe Eslava es el jefe de mercadeo de queso Caquetá y la historia de su familia en el departamento tiene unas connotaciones muy importantes en lo que al desarrollo de la ganadería se refiere, ya que su padre fungió como el primer gerente que tuvo el frigorífico COFEMA en la ciudad de Florencia. Felipe además es el propietario y administrador de la finca la Esmeralda ubicada al otro costado del municipio de Milán, nos cuenta que la finca tiene 70 años de colonizada, pero que su familia tiene 40 años de posesión de la misma. En el caso de esta finca, por ejemplo, fue el arroz el cultivo que genero el impacto primario.

Actualmente y bajo la estrategia de Queso Caquetá, la Finca se encuentra declarada como Reserva Natural de la Sociedad Civil, contando con 472 hectáreas en conservación y 53 hectáreas en zonas de amortiguamiento, en producción tiene 110 hectáreas para la cría y levante, y 72 para lechería especializada. Es decir que más del 70% de la finca la Esmeralda se encuentra en conservación, y los resultados en lo que tiene que ver con regeneración natural ya dejan un testimonio para poder comunicar y sensibilizar a más ganaderos de la región, con ejemplos concretos, que hacer ganadería sostenible es posible.
Felipe recuerda como la finca durante 12 años estuvo prácticamente abandonada debido a las condiciones de seguridad. Ahora no solamente está recuperada, sino que también a través de la gestión sostenible, la finca cuenta con sombra para los bovinos, conectividad y protección de las fuentes hídricas, además de una autosuficiencia vía paneles solares para algunas labores productivas, soportada en el capital de 12 inversionistas diferentes.

Jorge Gonzales propietario de Quesos San Antonio llego a la industria quesera por azares del destino, y actualmente lleva 5 años luchando contra viento y marea por la consolidación de su negocio en San Antonio de Getucha, corregimiento que hace parte del Municipio de Milán. Cuando comenzaron en el 2014 recogían 400 litros, trabajando durante un año con pérdidas económicas, pero conociendo cada día más los secretos del negocio. A los 2 años ya aumento su compra a 1500 litros, a los 3 años 3000 y en su pico más alto ha logrado recolectar 12.000 litros. Nos cuenta Jorge, como a la par del crecimiento de su emprendimiento ha visto crecer a sus vecinos, como proveedores pasaron de entregarle 8 litros, a actualmente entregar 100 o 200 litros.
Quesos San Antonio hace parte de la cadena de Queso Caquetá, actualmente se encuentran en procesos de fortalecimiento empresarial y aspira a seguir creciendo y posibilitando el desarrollo de los ganaderos de su región. Con estos dos ejemplos, concluimos la gran travesía por la ruta de Queso Caquetá, que aspira a convertirse en un referente no solamente para la cadena láctea, sino también como una estrategia de desarrollo sostenible y local exitosa, que inspire a los consumidores a estar más informados al momento de tomar sus decisiones de compra.