Por: Julián Camilo Vianchá Pinzón
La lucha por la sostenibilidad es una causa que poco a poco cautiva más ciudadanos. Sin embargo, lo que aparentemente debería ser una preocupación de todos no ha tenido el mayor impacto en el total de la población, ¿Qué por qué se afirma esto?, pues bien; año, tras año, se publican informes cada vez más alarmantes sobre la incompatibilidad de nuestro modo de vida con la sustentabilidad de la biosfera de la cual dependemos.
El problema es mayúsculo, si pensamos que a lo largo de la historia hemos venido disociando la realidad en fragmentos, lo cual provoca que cada uno tenga su verdad y su visión del mundo a medias, y la falta de dialogó no permite que nos pongamos de acuerdo en unos mínimos para generar una sociedad sostenible, cada uno sigue por su lado, a pesar que fenómenos como el cambio climático o la contaminación del aire nos afecta a todos.
No concibo que se hable de AMBIENTALISTAS y se tenga la percepción que son una especie de Neo Hippies, chéveres pero exagerados con tanta alarma. Y entonces me pregunto, ¿Acaso no todos deberíamos serlo?, ¿Acaso solo los ambientalistas beben agua todos los días?, ¿Acaso los No Ambientalistas, no comen, no respiran?
Al problema de la visión fragmentada de la realidad, debemos sumarle también la caótica situación política, regional y mundial, que no permite una discusión sería sobre los problemas ambientales que sufre el planeta y desvía la atención en situaciones menos relevantes. Dos bandos que luchan por mostrarse como antagónicos, cuando por lo menos desde un punto de vista ambiental, son igual de depredadores.
Ante la distópica realidad, los ciudadanos se sienten atrapados y sin aparentes soluciones. Pero no hay nada más alejado de la realidad, la solución está al alcance de nuestras manos. La degradación de la biosfera se soporta en malas costumbres en el consumo que debemos desaprender: usar bolsas plásticas, comprar productos en envases plásticos de un solo uso, comprar ropa que tiene denuncias de mano de obra esclavista. El consumo es nuestra mayor arma como ciudadanos para sentar una voz de protesta y sobre todo para llamar la atención.
El quehacer ciudadano frente al cambio debe estar sustentado en los argumentos y el conocimiento, y es acá, cuando entra el rol de la academia en la construcción de una sociedad sostenible. El consumo no solo es un arma para castigar, sino también para premiar a los empresarios que se esmeran por tener una producción cada vez más sustentable y finalmente también se encuentra el Estado el cual debe ser vigilado constantemente y presionado a que adopte cada día medidas ambientales urgentes. La sostenibilidad es un tema que nos atañe a todos, de ninguna forma puede tener un papel secundario, está al alcance de nuestras manos y depende de la sociedad civil organizada en un consumo consciente realizar el cambio. Es por esto, que se crea esta plataforma, lugar donde se pueden compartir experiencias de sostenibilidad que logren crear una visión compartida y una red de apoyo hacia una SOCIEDAD SOSTENIBLE, Sean ustedes Bienvenidos.