Por: Envol-Vert

Los fertilizantes o abonos tienen un papel importante en la producción de alimentos, hacen que los cultivos tengan un mayor rendimiento, ya que el suelo tiene una productividad limitada para suministrar las necesidades nutritivas de los mismos.

En los fertilizantes sintéticos o químicos se ha encontrado: uranio, plomo, cromo, arsénico, vanadio, torio, cadmio, entre otros elementos. A continuación, te presentaremos los efectos negativos que tienen los fertilizantes químicos.

Efectos negativos de los fertilizantes sintéticos o químicos:

-Infertilidad en los suelos: Por lo general los fertilizantes químicos ayudan a que las plantas crezcan, pero el suelo queda de lado, causándole graves daños al saturarlo y anular la eficacia de otros nutrientes vitales.

-Suelos ácidos: Se causa la infertilidad del suelo al aumentar la acidez o PH del mismo.

-Aumento de los microorganismos: El exceso de nitrógeno puede generar un aumento de la población de microorganismos, afectando los cultivos y consumiendo los nutrientes del suelo.

-Contaminación de aguas: Ya sean subterráneas y de la superficie, están contaminadas por nitratos, por la acumulación de metales pesados en suelos.

Aquí es donde aparecen los fertilizantes orgánicos como la mejor opción.

Los fertilizantes orgánicos: son la mejor elección frente lo económico, lo ecológico, lo sostenible, para los cultivos y el mantenimiento de los ecosistemas. Los abonos orgánicos son sustancias que están constituidas por desechos de origen animal, vegetal o mixto que se añaden al suelo con el objeto de mejorar sus características físicas, biológicas y químicas.

¿Quieres saber cómo hacer un fertilizante orgánico usando cáscaras de banano?

puedes hacerlo siguiendo estos pasos: Corta las cascaras en pequeños trozos y entiérralas en las materas o cerca a tus plantas, una vez al mes. De esta manera liberarán magnesio, potasio, fósforo y otros minerales.

Con cáscaras fermentadas:

Coloca las cascaras en un frasco y agrega agua hasta que queden totalmente cubiertas. Tapa con un paño y una banda elástica. Esta mezcla debe dejarse reposar por una semana para que las bacterias hagan su trabajo, pasada la semana la mezcla se debe licuar (Si aparece moho negro en la mezcla no servirá). Diluye la mezcla obtenida con un poco de agua e incorpóralo poco a poco a la tierra de las materas.