La destrucción de nuestros bosques tropicales se va agudizando cada año en el país, y los ciudadanos somos espectadores todos los años cuando el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales IDEAM, comunica todos los años las cifras de deforestación en Colombia. Este año no fue la excepción e informaron que en el año 2019 se deforestaron 158.894 hectáreas en el país. Si sumamos las cifras de deforestación desde 2011 al 2019, su resultado es 1.464.439 hectáreas, equivalente a ocho veces la superficie del casco urbano de Bogotá.

Los motores de deforestación en el país, están lideradas por la industria agropecuaria y cultivos ilícitos. Por tanto, muchas organizaciones nacionales e internacionales están aunando esfuerzos para lograr combatir estas acciones ilegales que deforestan nuestros bosques tropicales, a través de proyectos y acuerdos que fomenten las buenas prácticas agropecuarias orientados a no deforestar los bosques y manteniendo su viabilidad.

Divulgar estas experiencias que se están desarrollando en Colombia es fundamental, para que la ciudadanía conozca los esfuerzos invertidos en la solución de esta problemática, y porque no, participe activamente en la construcción y desenlace de estos procesos determinantes para la protección de nuestros ecosistemas. Por ende, el objetivo de este webinar, llamado <<El Camino de los Acuerdos de Voluntades para la Cero Deforestación en Colombia>> es resaltar el desarrollo de la Iniciativa de Cacao, Bosques y Paz, que busca la protección y restauración de bosques, la protección de la producción y medios de vida sostenible de los agricultores, y la participación e inclusión social en el sector cacaotero.

En este webinar tuvimos la presentación de Wendy Arenas, directora de la Organización Alianzas para la Sostenibilidad-ALISOS-, a cargo de la Secretaría Técnica de la Iniciativa de Cacao, Bosques y Paz; y José Miguel Maldonado, profesional de Abastecimiento Sostenible de Luker Chocolate, quien es una de las primeras empresas que se adhirieron a este Acuerdo.

Wendy Arenas nos expone la Iniciativa de Cacao, Bosques y Paz, describiéndola como una iniciativa público-privada que tiene como objetivo promover modelos cero deforestación que favorezcan la protección y restauración de los bosques en la cadena de suministro de cacao y promuevan mejores medios de vida para el productor, al tiempo que consolidan la paz en Colombia, siendo la nación en ser el primer país latinoamericano en firmar un acuerdo de cacao y bosques. Además, está articulada a los procesos nacionales de Tropical Forest Alliance (TFA), lideradas por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Sus inicios vienen desde la articulación con tres procesos nacionales e internacionales:

  1. El Proceso de Paz fue el primer motivo, con el punto 1 del acuerdo, que está orientado a desarrollar territorios sostenibles en regiones planificadas para implementar la reincorporación de exguerrilleros. Entonces, se empiezan a plantear estrategias con lineamientos claros para proteger ecosistemas estratégicos, usar adecuadamente el suelo, prevenir la expansión de la frontera agropecuaria en hábitats naturales, y la articulación con procesos de ordenamiento ambiental y participativo, en los 170 municipios con zonas PDET. Además, en estos territorios sostenibles, los reincorporados crearon iniciativas de proyectos productivo en su mayoría hacia cacao, debido a que este cultivo puede cultivarse en todo el país hasta la altura de 1.200 msnm, es un modelo de negocio similar al café, y con un potencial para generar alternativas productivas rentables con una alta demanda.
  2. Firma de carta de intención para llevar a cabo una economía de uso del suelo y alimentos adecuados (FOLUR). Pensando en alternativas de mercado en estas zonas PDET, que se pueda exportar a otros países y ayudar a fortalecer la economía familiar de estas zonas.
  3. Proyecto Cacao y Bosques liderada por Cocoa World Fundation, donde se discute la posibilidad de firmar un cacao cero deforestación y entender que este sistema productivo no es un motor de deforestación. Surge la estrategia de fortalecer el mercado del cacao con las grandes empresas en el mundo que demanden buenas prácticas agrícolas. En consecuencia, se firma la Iniciativa Cacao, Bosques y Paz en julio de 2018, comenzado por Casa Luker, Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Organización Global de Comercio Sostenible (IDH), WRI, Mariana Cocoa Export, The Nature Conservancy, WCS, Rainforest Alliance, Tropical Forest Alliance, The Food and Land Use Coalition, World Cocoa Foundation, World Resources Institute, Climate Focus, Lok Premium Chocolate, Alisos, Confederación Suiza y Fedecacao.

Sus estrategias están basadas en cinco resultados a 2030:

  • Identificar los modelos productivos de cacao cero deforestación.
  • Instrumentos financieros que consoliden modelos de cacao cero deforestación.
  • Sistema de monitoreo, verificación y trazabilidad.
  • Fortalecimiento de la institucionalidad cacaotera para bosques y paz.
  • Estrategia de comunicación y transparencia de la iniciativa.

Sus logros han sido identificar las zonas del país donde existen cultivos de cacao, con un estudio del CIAT y trabajo de campo con productores, con el fin de tener un punto de partida en los análisis de zonas cacaoteras con áreas con alto riesgo de deforestación.

En términos de mercado, el 95% del cacao exportado se considera “fino y de aroma” por la Organización Internacional del Cacao (ICCO), y Colombia exporta el 1% de la producción mundial, ya que las industrias nacionales compran el 80% del cacao nacional sembrado por 38 mil familias campesinas. Así mismo, las 190.469 hectáreas de cultivos de cacao se encuentran en fincas multipropósito, es decir, sembradas con otros cultivos de diferente índole, con una producción de 101.019 toneladas de cacao.

La relación del cacao con la deforestación es que este cultivo se vuelve un aliado estratégico con las metas del país, que es restaurar 1.400.000 hectáreas degradas en Colombia. De igual forma, considerando la experiencia peruana, el país adopto la estrategia de generar alternativas en los escenarios de postconflicto, sustituyendo cultivos ilegales por cultivos de cacao, cumpliendo un papel importante en las zonas PDET, beneficiando hasta el momento 120 mil familias. Las zonas estratégicas de intervención son sur de Bolívar, alto Córdoba, bajo Cauca antioqueño, Nariño y piedemonte amazónico.

La compañía Luker Chocolate comenzó hace 114 años (1906) en Manizales con más de 120 mil clientes directos. Las marcas más famosas de esta compañía son chocolate Luker, chocolate Sol, Choco Express, Lukafe, Vikingos, Aroma, entre otros. Su propósito es hacer del mundo un lugar mejor, ayudando a otras empresas a crear productos con propósito, usando nuestro chocolate como una herramienta de cambio.

Se busca generar herramientas de integración de la cadena de valor con impacto social y transformación social, por medio del empleo. El modelo que han querido implementar es colaborativo de innovación social, que busca transformar la cadena de valor del chocolate, desde su origen, hacia la construcción de prosperidad social, económica y ambiental en las comunidades donde trabajan, ya sea, desde cultivos propios (65% de la producción) o la compra a proveedores (35%).

Los retos que tiene este modelo se centra en los pequeños productores, al estar distribuidos en varias zonas del país, así el departamento de Santander abarque el 40% de los pequeños agricultores cacaoteros. En consecuencia, Luker Chololate tiene un centro de entrenamiento en Manizales orientado hacia la investigación de policultuvos que puedan complementarse con cultivos de cacao, y el entrenamiento a productores para que tengan las mejores prácticas agrícolas.

Los casos exitosos realizados por la compañía están en Necoclí, donde han incrementado el personal desde 2011 a 2018, pasando de 5 a 250 empleados, y de reforestación, siendo en 2011 menos de 2 hectáreas a 600 mil hectáreas reforestadas entre cacao y plantas nativas en 2018. El segundo modelo exitoso está en Casanare con 500 empleos formales y 900 hectáreas de sistema agroforestal, pasando de palma de aceite a cacao. El tercer caso exitoso está en Agrado, Huila, que junto a otros actores a nivel nacional e internacional, están desarrollando un proyecto con la meda de 350 hectáreas nuevas de cacao, con 450 hectáreas de cultivos renovados en seis municipios y 375 familias se quieren impactar.

El cacao a pesar de que no es un motor de deforestación en Colombia, la intención de Luker Chocolate es resaltar y potencializar un mercado cero deforestación, por medio de la demostración con la ayuda de terceros y medirlo en conjunto con las entidades oficiales y expertos. Las expectativas se centran en alinearse con las empresas cacaoteras y otras organizaciones hacia una meta en común, y es generar políticas entre el gobierno nacional y el sector privado, de forma organizada con el fin de mitigar la deforestación.

La World Cocoa Foundation ha tenido una buena relación con Luker Chocolate y este proceso de Cacao, Bosques y Paz ha sido un fortalecimiento en las relaciones con metas comunes hacia un mercado diferenciado sin deforestación e impactando socialmente a víctimas del conflicto armado y reincorporados. Asimismo, un mayor contacto con el Gobierno Nacional, otras empresas cacaoteras, fundaciones e instituciones nacionales e internacionales claves en el asunto.

Los retos han sido sincronizar las diferentes agendas de todos los actores para avanzar rápidamente a hacia la mitigación de la deforestación, articular las diferentes visiones e iniciativas que unirla hace poderosa esta iniciativa.