Acompáñanos a lo largo de este artículo para conocer más de este tema, comencemos resolviendo el siguiente interrogante ¿qué es el microplástico?, Son pequeños fragmentos de plástico hechos de polímeros y polietileno convencional, materiales que no se degradan fácilmente; miden aproximadamente 5mm y 1um (una micra) que es equivalente a una milésima parte de un milímetro (casi imperceptible a la vista).
Lo que se conoce:
Sobre el microplástico han realizado pocos estudios, se sabe que es un problema latente porque es un material difícil de filtrar, recoger y detectar; acaba en los estómagos de peces, pájaros o crustáceos, causando daños cuya gravedad todavía está siendo investigada.
El análisis del riesgo para la salud por microplásticos se centra en tres aspectos: riesgo de ingestión, riesgo químico y riesgo vinculado a la presencia de bacterias aglomeradas (biofilm).
¿Dónde lo podemos encontrar?
Está actualmente en casi todo nuestro planeta, ya que el plástico hace parte del “Boom” del siglo XX. Lo encontramos en el aire, en las playas, en la nieve, en el agua y también en algunos alimentos y productos que consumimos a diario.
¿Sabes cuánto microplástico has consumido el último año?
Nosotros tampoco lo sabemos, pero tal vez la siguiente lista te ayudará a saberlo.
- Exfoliantes para la piel
- Crema de dientes
- Cosméticos
- Jabones
- Sal marina
- Miel
- Prendas de nailon y el poliéster
- Neumáticos
- Agua en botella (tiene mayor concentración) Agua de la llave (tiene menor concentración)
- Cerveza
- Tisanas de hierbas aromáticas o té
Estos son solo algunos productos conocidos con microplástico, podríamos concluir que vivimos en un “mundo plástico” y el llamado es urgente a retomar prácticas y hábitos pasados donde se optaba por fibras y materiales naturales, pensando en esto como un beneficio en común y propio.